Por Javier Tisera
Fue miércoles y entró a la cancha con 15 años y la camiseta número 16. El técnico Juan Carlos Montes en el segundo tiempo le dijo: “ Vaya Diego haga lo que usted sabe y si puede tire un caño” en reemplazo de Rubén Giacobetti.
En Argentino Juniors era conocido y querido porque había formado parte de “los cebollitas” aquel equipo infantil que ganó los torneos Evita y que estuvo 136 partidos invicto.
Ese miércoles 20 de octubre de 1979, la AFA tiene registrado que se vendieron poco más de siete mil entradas aunque Diego llegó a decir “si le creemos a todos los que me vieron debutar; el partido se tendría que haber jugado en el Maracaná”- ironizaba sobre aquel debut con la camiseta de Argentino Juniors.
En el club de la Paternal no solo se destacaba por el juego ofensivo sino que empezó a ser conocido por la hinchada del “bicho”Porque en los entretiempo de los partidos de la Primera División hacía jueguitos con la pelota en medio de la cancha.
Debido a esta habilidad, fue convocado a uno de los programas de televisión de mayor audiencia de la época Sábados Circulares conducido por Pipo Mancera.
El debut de Maradona con Argentinos Juniors ya generaba alta expectativa en el club, aunque tuvo que ser retrasado, debido a que tuvo que pagar una suspensión de cinco fechas por una expulsión en un partido ante Vélez por la séptima categoría de juveniles.
«Yo tengo la costumbre de hablar demasiado en la cancha. El referí me echó después del final y me dieron cinco fechas de suspensión» recordó Maradona años después.
En la primera jugada que participó le realizó un caño a Cabrera, marcador central de Talleres, entusiasmando a la hinchada local.
En referencia a esa tarde, Maradona dijo: «ese día toqué el cielo con las manos». Pero la mayor recompensa fue el respeto de los fanáticos, así como las reseñas de prensa:“La entrada del chico Maradona (el 30 del corriente cumple 16 años) le dio mayor movilidad al ataque, pero no fue la solución para sellar en la valla cordobesa esa mayor tenencia del balón. Porque Maradona -un gran habilidoso- no tuvo con quien tocar”.
Luis Galván, entonces jugador de Talleres que en 1978 fuera campeón mundial con la selección argentina, recordó que su equipo venía dominando cómodamente el partido hasta el ingreso de Maradona, pero desde que el Diego pisó la cancha, el Bicho comenzó la remontada: “A partir de allí cambió todo. Diego se puso el equipo al hombro y nos fueron arrinconando en el arco.
Terminamos defendiéndonos. No podíamos creer lo que hacía ese chico con una inmensa melena llena de rulos”.
¿Cómo terminó el partido? Eso es lo de menos. Lo más importante es que el 20 de octubre el “Dios de los argentinos” empezó a hacer milagros. Y vaya si cumplió sus sueños: Jugó un mundial y nos sacó campeón del mundo en 1986. Y todo empezó un un miércoles 20 de octubre cuando se abrieron las aguas del Río Jordán en la Paternal y los argentinos empezamos a creer que éramos el pueblo elegido.