Desde las distintas agencias de extensión rural de la provincia advierten que la medida tendría un fuerte impacto negativo en el desarrollo productivo, social y ambiental de la región.
Trabajadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en Santiago del Estero manifestaron su rechazo ante el decreto impulsado por el Gobierno nacional que propone una profunda reestructuración del organismo. Desde las distintas agencias de extensión rural de la provincia advierten que la medida tendría un fuerte impacto negativo en el desarrollo productivo, social y ambiental de la región.
El personal técnico y científico del INTA remarcó el rol estratégico que cumple la institución en el territorio santiagueño, a través de una sólida presencia local, investigación aplicada y acompañamiento directo a miles de productores.
Entre los aportes más destacados del INTA en la provincia se encuentran:
- Algodón: Desarrollo de cultivares adaptados al clima local, control de plagas y promoción de modelos agroecológicos como el programa Trama Viva y Mujeres Tejedoras.
- Horticultura bajo riego: Apoyo a huertas agroecológicas y tecnologías aplicadas a cultivos como cebolla, melón y sandía.
- Ganadería caprina y bovina: Avances en sanidad, genética y alimentación animal, incluyendo una Sala de Faena que es única en el país.
- Manejo del monte nativo: Implementación del modelo MBGI (Manejo de Bosques con Ganadería Integrada), que conjuga conservación y producción.
- Cultivos extensivos: Transferencia tecnológica en soja, maíz, trigo y sorgo.
- Gestión del agua: Asistencia en zonas de secano y propuestas de uso eficiente del recurso, incluyendo sistemas de captación de aguas subterráneas y cisternas.
- Suelos y sustentabilidad: Monitoreo y análisis para una producción más responsable y sostenible.
- Valor agregado y comercialización: Apoyo a emprendimientos rurales vinculados a alimentos artesanales y circuitos de comercialización de cercanía.
Además, destacaron que la Estación Experimental Agropecuaria Santiago del Estero (EEASE) mantiene sedes activas en ocho localidades, lo que permite una intervención directa y adaptada a las realidades de cada zona.
Desde la entidad advirtieron que una eventual reducción de las capacidades del INTA representaría “un retroceso injustificable para la producción, el ambiente y las comunidades rurales”. Subrayaron que la continuidad del trabajo territorial del organismo es clave para el desarrollo sostenible de Santiago del Estero y que su debilitamiento pondría en riesgo décadas de avances construidos en articulación con productores y comunidades.