En el mundo digital, donde las redes sociales marcan tendencias y construyen comunidades, hay parejas que logran trascender y conectar con la audiencia a través de su autenticidad. Este es el caso de Thami Poblete y Benja Umbides, una pareja de influencers santiagueños que han conquistado a miles con su historia de amor, su cotidianeidad y su forma de vivir en familia.
En este Día de los Enamorados, quisimos conocer más sobre su historia, la forma en que han mantenido su relación sólida a lo largo de los años y cómo han convertido su amor en un estilo de vida que inspira a otros.
Desde hace 15 años comparten la vida juntos, una historia que comenzó cuando Thami tenía 12 años y Benja, 16.
Se conocieron en la iglesia, en una de esas casualidades del destino que terminan marcando un rumbo. «En realidad a mí me gustaba su hermano y le pedí a mi prima que lo llame a Benja y lo llevara en Navidad y así nos encontramos por primera vez. Fue un flechazo instantáneo», recuerda Thami. Desde entonces, han compartido cada etapa de sus vidas, creciendo juntos y aprendiendo a fortalecer su relación.
Para Thami, el amor es aceptar al otro como es, sin intentar cambiarlo, pero sí reconociendo aquello que puede dañar y modificándolo por el bien de la pareja. «Si algo le hace daño, no lo sigo haciendo. Lo cambio porque lo amo», afirma con convicción. Esta filosofía ha sido una de las bases sólidas de su relación.
Antes de casarse, ya eran padres. «Nuestra hija tenía ocho meses cuando decidimos dar ese gran paso. Queríamos hacer las cosas bien ante los ojos de Dios», cuenta Benja. El casamiento fue un evento familiar, en el que todos aportaron algo para que la pareja pudiera comenzar su vida juntos de manera formal.
El camino del influencer no fue planeado. «Pasamos momentos difíciles, económicamente no estábamos bien. Entonces, un día decidimos hacer videos. A la gente le gustó y así empezó todo», recuerda Thami. Con el tiempo, las oportunidades crecieron: comenzaron a recibir propuestas para hacer publicidades, colaboraciones y hasta invitaciones a restaurantes y eventos. Lo que al principio era una necesidad se convirtió en una carrera que hoy les abre puertas y los conecta con una audiencia fiel que se identifica con su vida cotidiana.
«Nuestra esencia siempre fue mostrar la realidad. Mostramos cómo es la vida en Santiago del Estero, cómo se vive en familia, las dificultades y también las alegrías», expresa Benja. De ahí nació la famosa «novela santiagueña», un formato que surgía de discusiones reales, que luego transformaban en contenido humorístico con el que muchos se sentían identificados.
Para ellos, el secreto de una relación duradera está en la comunicación y en saber ceder. «Nos damos una salida al mes, solo los dos, para hablar de lo que sentimos, lo que nos molesta, lo que queremos mejorar. Esas conversaciones incómodas son necesarias para seguir adelante», dice Thami. También han aprendido a amarse en sus diferencias: «Yo soy muy pegote, me gusta abrazarla y estar cerca, y ella no es tan demostrativa, pero está siempre. Eso también es amor», confiesa Benja.
La historia de Thami y Benja es una prueba de que el amor y la perseverancia pueden construir no solo una familia, sino también un camino de éxito en lo digital. A través de sus redes, siguen inspirando y compartiendo su vida con quienes los siguen, mostrando que la autenticidad y la constancia son la clave para conectar con la gente.